miércoles, 27 de agosto de 2014

AUGE DE MINERÍA EN PERÚ TRAJO CONTAMINACIÓN Y NO RIQUEZA
Publicado el 7 de junio de 2014
 
 
 
 
SAN ANTONIO DE JUPROG, Perú (AP) — El clan Marzano Velásquez vivía una vida sencilla, pastoral en las faldas de una montaña que resultó contener el yacimiento de cobre y zinc más grande del mundo que se conozca.

El clan no esperaba grandes riquezas cuando ellos y otras familias quechuas vendieron su tierra a un consorcio internacional minero. Esperaban que la explotación a cielo abierto de la mina de Antamina mejorara las condiciones de vida de su empobrecido distrito de la montaña y pudiera ofrecer un empleo estable, una buena atención médica y la construcción de escuelas.

María Magdalena Velásquez, que no sabe leer ni escribir, firmó la cesión de las tierras de su familia con su huella dactilar en 1999. Ella y sus parientes vieron cómo unos jornaleros desmantelaron sus hogares construidos en los gélidos páramos azotados por el viento. Luego fueron trasladados e instalados en el valle adyacente.

Abandonaron sus ovejas, y sus cultivos de papa, avena y alfalfa.

“Era un desastre ver cómo, después de entrar y sacar las cosas de tu casa y subirlas al camión, quemaron los techos y tumbaron las paredes”, dijo Luis Marzano, el hijo mayor de la familia que entonces tenía 27 años.

Hace 20 años, esta montañosa y accidentada nación andina, rica en minerales, dio carta blanca a empresas multinacionales mineras para que invirtieran y explotaran sus tierras como ningún otro país en la región lo ha hecho. En poco tiempo, el país se convirtió en líder indiscutible del crecimiento económico de América Latina.

Pero este auge económico fue más una maldición para miles de familias campesinas como los Marzano, quienes vieron cómo los 49.000 dólares que les pagaron por su tierra se evaporaron rápidamente mientras luchaban por adaptarse a una vida en el desarraigo.

Entre tanto, los colosales yacimientos de cobre, oro, plomo, estaño y plata ayudaron a la economía peruana a duplicar su tamaño, pero los campesinos de la sierra se quedaron, en buena medida, luchando contra un desastre ambiental tras otro después de que las minas se expandieran y contaminaran aguas, aire y ganado. Las promesas de un empleo estable y los beneficios de la modernidad difícilmente se hicieron realidad.

Años después, el altiplano peruano quedó salpicado de yacimientos mineros gracias a una regulación ambiental muy laxa y a la frustración con los resultados de la explotación, que han dado lugar a una creciente cadena de protestas. En 2012, las fuerzas de seguridad mataron a tiros a ocho personas que protestaban en contra de dos de los proyectos mineros más grandes del país. Para abril, Perú tenía 81 quejas por el deterioro del medio ambiente, de acuerdo a la Defensoría del Pueblo.

Siete casos involucran a Antamina, lo que incluye un tenso enfrentamiento con los pobladores liderados por los Marzano, quienes acusan a la mina de invadir sus terrenos en medio de un gran proyecto de expansión.

El presidente de Antamina, Abraham Chahuán, denegó repetidas solicitudes de entrevista solicitadas por The Associated Press. Sin embargo, en la conferencia anual de la industria en septiembre, manifestó que “la minería lleva desarrollo, infraestructura, educación y empleo digno nuevamente”.

Su empleador, un consorcio formado por las multinacionales BHP Billiton, Glencore/Xstrata, Mitsubishi y Teck Resources Ltd., registró utilidades de 1.400 millones de dólares por Antamina para el año que terminó en junio de 2013.

La mitad del impuesto de 30% que paga Antamina al estado va a la provincia llamada Ancash. San Marcos, el distrito donde está la mina, recibe 50 millones de dólares anuales, que lo convierten en el distrito más rico del país. Sin embargo, sus 15.000 habitantes no tienen carreteras pavimentadas, ni hospitales, ni una planta de tratamiento de aguas. Sólo hay tres médicos. Y el servicio de agua es intermitente en la zona urbana, donde ahora vive el clan Marzano Velásquez.

A las aldeas circundantes les va peor.

Casi un tercio de los niños de San Marcos sufren de desnutrición crónica; el doble del promedio nacional.

Abrumado por la corrupción, San Marcos ha tenido cuatro alcaldes en cuatro años. Tres de ellos fueron acusados de inflar costos en contratos de obras públicas y dar puestos de trabajo y comisiones ilegales a sus familiares. Ninguno está en la cárcel. El actual alcalde se encuentra en investigación por las mismas denuncias.

Luego de ser destituido tras haber sido acusado de nepotismo, uno de los exalcaldes fue arrestado por presuntamente tratar de huir con más de 100.000 dólares en efectivo.

Hace dos semanas, el actual alcalde fue detenido en una camioneta con 16.000 dólares en efectivo cuyo origen no pudo explicar. Fue liberado casi de inmediato y cuatro días más tarde se reportó el robo de 1,4 millones de dólares de las oficinas municipales.

Antamina dice que ha invertido 314 millones de dólares entre 2007 y 2012 en proyectos de “inclusión social” destinados a mejorar el nivel de vida, lo que incluye la atención prenatal y dental, la nutrición infantil y la cría de animales.

Al preguntarle por qué los residentes de San Marcos viven en tan malas condiciones, el portavoz de la compañía Martín Calderón respondió: “Creo que las preguntas que haces en esta comunicación bien pueden ser dirigidas a las autoridades, sean nacionales o regionales”.

Lineamientos del Banco Mundial, establecidos en la década de 1990, indican que si proyectos como Antamina, cuyos propietarios iniciales tenían préstamos garantizados con dicho banco, implicaban la reubicación de comunidades, sus miembros debían gozar con una calidad de vida igual o mejor a la que tenían antes del desplazamiento.

Pero esto no le sucedió al clan de los Marzano o a sus vecinos. La tasa de pobreza en la sierra peruana, ahora surcada por las cicatrices de la minería, es cercana al 50%, el doble del promedio nacional.

De los nueve hijos de Marzano, sólo el primogénito, Luis, trabaja en la mina. Pero él, junto con los otros, lucha contra la expansión de Antamina.

Al borde de la boca de la mina, que tiene una profundidad de cerca de 800 metros (casi media milla), las explosiones propias de la minería envían al cielo un polvo rojizo que luego se torna anaranjado. Las partículas caen en los pastizales y campos de Juprog. Metales pesados contaminan a sus habitantes, cultivos y ganado.

“Te asfixia, eso se penetra en tu piel, como si fuera carbón de leña”, dijo Lidia Zorrilla, una agricultora de 34 años, mientras ordenaba unas papas que había cultivado y en momentos en que una nube de polvo avanzaba en su dirección.

La nube tiñó el cielo de color ocre y se mezcló con otras que flotaban cerca en su camino hacia las montañas nevadas de la Cordillera Blanca, uno de los lugares favoritos para los alpinistas que llegan de todo el mundo.

El director de tierras y reasentamiento de Antamina, Mirko Chang, asegura que esa nube de polvo no es tóxica.

“Es tierra”, dijo Chang.

Pero los aldeanos dicen que ese polvo los enferma.

“Siempre (nos) paramos con tos, con malestar, dolor de cabeza, dolor de corazón, siempre”, dice Pedro Cotrina, un agricultor de 51 años. Su esposa y su hijo se encuentran entre los aldeanos que tienen en su sangre altos niveles de plomo en la sangre, lo que fue documentado en unas pruebas médicas realizadas de 2006 a 2009.

En un estudio de impacto ambiental de 2007, Antamina dice que la compra prevista de 730 hectáreas de Juprog necesitaría un reasentamiento de familias a raíz de “los impactos pronosticados en la calidad de aire.”

A petición de los campesinos, organismos de salud del gobierno hicieron exámenes médicos y encontraron niveles elevados de plomo, de cadmio en su sangre y orina y de metales pesados en los pisos de cocinas y gabinetes, así como en el hígado de sus ovejas. El cadmio es un conocido carcinógeno, mientras que el plomo es tóxico para casi todos los órganos del cuerpo humano, según la Agencia para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades de Estados Unidos.

Los niveles de plomo en las personas, medidos en 2006, superaron el límite aceptable en Estados Unidos en 20 de 74 aldeanos, entre ellos nueve niños.Además, ocho de los 12 niños evaluados y más de la mitad de 70 adultos registraron niveles de cadmio en la orina superiores a los límites estadounidenses.

De Antamina se extraen varios metales: plata, molibdeno, plomo y bismuto. Ha incrementado en 38% su producción luego de que se invirtieran 1.500 millones de dólares en su capacidad de extracción desde hace dos años. La compañía planea mantenerla abierta hasta 2029.

Como su campo de explotación se ha agrandado, los aldeanos temen que la contaminación aumente. Mientras ambientalistas dicen que el gobierno debe proteger a los habitantes del pueblo y limpiar la zona, el Estado solo ha recomendado más estudios y que se remueva el polvo cargado de metales que llega a los hogares.

Antamina reconoció que ha habido quejas por el polvo, pero en su Informe de Sostenibilidad de 2010 dijo que cumplió al “100%” con las normas de calidad del aire.

Funcionarios del Ministerio de Salud no respondieron a reiteradas solicitudes para discutir los resultados ambientales, que la AP obtuvo a través de una petición de información y de abogados de los residentes de Juprog. Los funcionarios públicos peruanos raramente hablan sobre los problemas ocasionados por las grandes minas.

En 2010, un fiscal regional rechazó un intento de iniciar un proceso penal contra Antamina por contaminación, argumentando que “no era posible determinar la fuente”.

En Perú jamás prosperan grandes demandas por contaminación contra la gran minería, afirman los abogados.

“Contra pequeños campesinos que tiran basura, contra indígenas que talan árboles en su propio territorio, allí si podemos encontrar procesos ambientales, pero contra grandes empresas que contaminan sistemáticamente, contaminan a la salud humana, eso no van encontrar”, dijo Raquel Yrigoyen, abogada que ha representado de forma gratuita a los Marzano.

Por eso los ambientalistas llevan sus causas al extranjero.

En un caso conocido, la empresa estadounidense Newmont Mining Corp. pagó una suma no revelada a pobladores de la aldea de Choropampa tras un derrame de mercurio ocurrido en el año 2000. Newmont es propietaria mayoritaria de la mina de oro Yanacocha, en ese entonces la más grande de Latinoamérica.

En una reciente encuesta a 3.310 adultos en Perú, el 83% dijo que no cree que la mayoría de las empresas mineras protejan el medio ambiente.

El presidente Ollanta Humala dijo que le era difícil creer que Antamina estuviera contaminando.

Las multinacionales “no se arriesgarían a actuar de forma irresponsable”, afirmó en una entrevista con la AP en septiembre. “Tendrían mucho que perder porque las leyes peruanas son muy duras hoy día para las empresas mineras que contaminan el ambiente”.

En Chile, los ambientalistas lograron una extraña victoria el año pasado contra una mina de alta montaña con una inversión de 8.500 millones de dólares. El estado chileno ordenó la suspensión de la construcción de Pascua Lama después de descubrir aguas contaminadas río abajo.

Las empresas mineras no han enfrentado algo similar en Perú, que sólo hasta 2008 tuvo un Ministerio del Medio Ambiente. En la actualidad, el Ministerio de Minas sigue siendo la entidad encargada de aprobar los estudios de impacto ambiental.

El presupuesto del organismo de evaluación y fiscalización ambiental fue de 19 millones de dólares el año pasado y carece de un laboratorio independiente en una nación que tiene 300 minas de clase mundial. A Antamina se le impusieron multas por 487.000 dólares, de los cuales el consorcio ha pagado 85.700 dólares. El resto está en apelación.

La mayor multa se levantó después que un estanque de residuos filtrara altos niveles de cobre, zinc y plomo en el río Juprog en junio de 2009. Tres años después se le impuso una multa de 392.000 dólares, que la minera impugnó.

El organismo de control ambiental heredó el manejo de más de 7.500 lugares con desechos mineros cuya limpieza, según estimaciones conservadoras del Banco Mundial, costará 250 millones de dólares. Se supone que las empresas mineras deben pagar por ella. Pero quien contamina casi nunca se identifica. De esos lugares con desechos, 60 pertenecen, en todo o en parte, a Antamina.

Los habitantes de Juprog no son los únicos que no creen en las agencias reguladoras. En julio de 2012, un conducto de 300 kilómetros (190 millas) que transporta concentraciones de zinc y cobre de Antamina a un puerto del Pacífico tuvo una fuga que afectó al pueblo de Santa Rosa de Cajacay. Una nube tóxica enfermó a decenas de personas. Algunos fueron hospitalizados varios días. El ministro del Medio Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, pidió la mayor multa posible en el momento: 14 millones de dólares. Un año más tarde, la multa que recibió fue de apenas 77.000 dólares.

Los aldeanos enfurecidos, incluyendo a su alcalde, desenterraron 100 metros de la tubería y cortaron parcialmente el cable de fibra óptica que controla su flujo.

“A nosotros no nos importa si perjudicamos económicamente a Antamina”, dijo el líder local Hilario Morán. “No queremos ver esto más”.

La ira de los pobladores creció cuando no se hicieron públicos los resultados de un estudio sanitario realizado por el gobierno tres meses después del derrame. Sólo se difundieron cuando el diario La República presentó una solicitud sustentada en las leyes de acceso a la información pública. Los resultados mostraron que la cuarta parte de los residentes tenía altos niveles de cobre en la sangre.

Las reformas al sistema que se han intentado desde adentro han sido frustrantes.

Ernesto Bustamante fue el director general de Asuntos Ambientales del Ministerio de Minas por cuatro meses en 2011. El biólogo molecular, graduado en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, tenía la esperanza de utilizar su experiencia para diseñar formas de disolver químicamente los contaminantes.

Bustamante dijo que empleados de las mineras se colaban rutinariamente en el Ministerio para ayudar a sus técnicos en la redacción de estudios de impacto ambiental.

Afirmó que en dos ocasiones descubrió, usando Google Earth, que las mineras habían violado las regulaciones al iniciar proyectos de expansión que afectaban al medio ambiente, antes de solicitar los permisos necesarios.

Bustamante sospecha que muchos trabajadores del Ministerio estaban involucrados en favorecer a las mineras. Y descubrió que algunos “técnicos que ganaban un poco más de 1.000 dólares (al mes) estaban tomando vacaciones en París”.

A finales de 2011, un puñado de jóvenes, en su mayoría primos del clan Marzano Velásquez, decidieron enfrentar a la mina.

Construyeron chozas de paja cerca del borde de la boca de la mina, donde máquinas gigantescas extraen las rocas que luego pulverizan para ser transportadas por una banda a una planta de procesamiento ubicada a más de dos kilómetros.

Los primos ocupan las chozas dividiéndose en turnos. Pero las explosiones en la minas ahora son tan cercanas que salen corriendo cuesta arriba cuando suenan las sirenas de alerta, que preceden a las explosiones. “Las voladuras” han arrojado rocas que han aplastado ovejas y mulas que los lugareños obstinadamente continúan haciéndolas pastar en el lugar.

Ambas partes se acusan de traspasar los límites de las propiedades, y una serie de demandas y denuncias penales incrementan el resentimiento entre ellos. Antamina dice que la gente del clan ha saboteado sus máquinas. Los miembros del clan dicen que la policía contratada por la mina los ha detenido ilegalmente. Un juez pronto decidirá si los Marzano están usurpando tierras de la minas para expulsarlos.

Un fallo en su contra difícilmente desanimará a los jóvenes del clan, aunque los ancianos han perdido toda esperanza.

“Nos han engañado”, dijo entre lágrimas Sabina Chávez, de 64 años, que maldice el día en que su hermana vendió la tierra de la familia. “Ellos no nos han dado nada”.

___

Por FRANK BAJAK, Associated Press. Frank Bajak está en Twitter como: @fbajak. Los periodistas de la AP Franklin Briceño, en Lima y Claudia Torrens en Nueva York contribuyeron a este reportaje. Mayqui Amado, observa hacia la mina Antamina en San Marcos, Perú, sobre una propiedad que está en disputa, el 14 de mayo de 2013. (Foto AP/Martín Mejía)

Algunas fotos:
 
 
Un camión de combustible pasa cerca de unas ovejas cerca de la mina Antamina en San Marcos, Perú,. (Foto AP/Martín Mejía)
Un camión de combustible pasa cerca de unas ovejas cerca de la mina Antamina en San Marcos, Perú,.             (Foto AP/Martín Mejía)

Wilmer Huaman, hijo de una familia de campesinos, observa hacia la mina Antamina en San Marcos, Perú, sobre una propiedad que está en disputa, el 14 de mayo de 2013. (Foto AP/Martín Mejía)

Wilmer Huaman, hijo de una familia de campesinos, observa hacia la mina Antamina en San Marcos, Perú, sobre una propiedad que está en disputa, el 14 de mayo de 2013. (Foto AP/Martín Mejía)

El campesino Enrique Chávez, al centro, se queja de la mina Antamina mientras Virgilio Flores, segundo desde la derecha, y Lidia Zorilla, lo acompañan en la villa de San Antonio de Juprog, Perú, el 16 de mayo de 2013.  (Foto AP/Martin Mejia)

El campesino Enrique Chávez, al centro, se queja de la mina Antamina mientras Virgilio Flores, segundo desde la derecha, y Lidia Zorilla, lo acompañan en la villa de San Antonio de Juprog, Perú, el 16 de mayo de 2013.        (Foto AP/Martin Mejia)
 
Epifania Zorilla afuera de su casa en San Antonio de Juprog, Perú, el 16 de mayo de 2013. (Foto AP/Martin Mejia)
         Epifania Zorilla afuera de su casa en San Antonio de Juprog, Perú, el 16 de mayo de 2013.
(Foto AP/Martin Mejia)

viernes, 6 de junio de 2014


DIRIGENTES ECOLOGISTAS DE IZQUIERDA JUNTOS EN MOVILIZACIÓN CONTRA CONGA
Cajamarca, 6 de junio de 2014. 

Dirigentes ecologistas de izquierda: Santos y Arana juntos en movilización contra Conga por el día del Medio Ambiente

Marco Arana manifestó que sus declaraciones fueron sacadas de contexto y dijo que el MAS y Tierra y Libertad deberían unirse en el próximo proceso electoral para hacer frente a las mineras y los grupos de poder.

Como se recuerda, según se difundió en algunos medios de la capital, el ambientalista le pidió a Santos dar un paso al costado y someterse a las investigaciones por presuntos actos de corrupción en el gobierno regional.

A raíz de estas declaraciones, se dijo que Arana y Santos estaban distanciados, sin embargo hoy, durante la movilización contra Conga, estuvieron juntos y durante su intervención, el líder de Tierra y Libertad pidió a los militantes votar por el Frente Amplio (Sergio Sánchez) para la alcaldía, y por el MAS (Gregorio Santos) al gobierno regional.

FOTOS:
 
















jueves, 5 de junio de 2014

 
ANTE ESA OBSCURA OBSESIÓN POR EL ORO, ES NECESARIA UNA MORATORIA MINERA
Cajamarca, 5 de junio de 2014.
 
 
 

Autor: Eduardo Gudynas*
15 Mayo de 2014

La minería de oro se ha convertido en un flagelo que azota muchos países de América Latina. En algunos sitios operan unas pocas transnacionales gigantes, pero en otras zonas se agolpan cientos a miles de personas, hurgando en los ríos de las selvas o entrañas de las montañas por unos gramos de oro.

Mientras que las grandes corporaciones insisten en contar con tecnologías de punta, servir al crecimiento económico y bridar empleo, la minería a pequeña escala, informal o ilegal, está bajo la sombra de la contaminación, la violencia y la pobreza.

En realidad, las dos prácticas son igualmente terribles. En la gran minería del oro se generan toda clase de impactos territoriales y ambientales, y las repetidas promesas de excelencia en tecnología y gestión se han derrumbado. Pascua Lama, una gigantesca operación ubicada en las cumbres andinas compartidas entre Argentina y Chile, repetidamente prometió que sería el ejemplo de desempeño ambiental. La realidad ha sido otra, y ante su mala gestión e incumplimientos, el emprendimiento ha sido multado y suspendido por la justicia chilena.

Es, además, una de las actividades extractivas más ineficientes que se conocen. Entre los 50 primeros productores globales, el promedio alcanzado es de obtener 5 gramos de oro por tonelada de rocas extraída. Ante esa situación a nadie pueda sorprender que sea una actividad de profundos e intensos impactos ambientales.

La pequeña minería del oro tampoco escapa a los problemas. En distintos sitios amazónicos de Colombia, Brasil, Ecuador y Perú, son prácticas que se están hundiendo en la desolación social y ambiental. En regiones como en Madre de Dios (en el sur Perú), se ha convertido en uno de los principales factores de destrucción amazónica y violencia local. Avanza deforestando la selva y contaminando aguas y suelos.

La escala individual o familiar termina siendo un espejismo, ya que suma en una misma región desde cientos a miles de personas, con impactos que se acumulan y multiplican entre sí. La imagen del hombre encorvado, sobre el río, recogiendo arena para procesarla, ya es cosa del pasado en muchos lugares. Se las han ingeniado para transportar y poner en operación enormes maquinarias de dragado en los rincones más apartados de la Amazonia. Esa sostenida expansión sólo es posible porque esa minería ha terminado articulándose con los mercados formales, y su oro puede terminar incluso en las propias corporaciones mineras.

A pesar de todo esto, se insiste en defender la minería en general, y la de oro en particular. Esos proyectos son presentados como bendiciones económicas y éxitos exportadores. Parecería que las necesidades de oro son de una enorme importancia para el bienestar humano y el desarrollo, que se debería justificar toda esta destrucción. ¿Esto es cierto? ¿El oro tiene usos que son indispensables para la calidad de vida de las personas o imprescindibles para alguna cadena industrial clave? Si no exportamos oro, ¿caerá alguna cadena productiva? ¿se desplomarán las economías nacionales? Nada de eso.

Apenas el 10% de la demanda de oro responde a usos tecnológicos o en la medicina. En cambio, todo el resto se divide entre dos usos: joyería (poco más del 40% ), y financiero, manejado por inversores, para acuñar monedas o guardarlo como lingotes en los depósitos de bancos centrales (también poco más del 40%). Por ejemplo, en 2012 se estimó la demanda global en 4 415 toneladas, las que se repartieron entre la joyería (1 896 tons), “inversores” (1 568 tons) y compras desde los bancos centrales (544 tons). Dicho de otra manera, el 90% del oro extraído en todo el planeta es para sostener usos suntuarios, el consumo exhibicionista de joyas, o la especulación y respaldo de las finanzas. Difícilmente puede decirse con seriedad que el bienestar o desarrollo global dependan de seguir con la minería en oro.

Una parte importante de todo ese oro circulante proviene del reuso y reciclaje. Pero la demanda es tan alta, que eso presiona por más extractivismos minero. Consecuentemente, en los últimos años se han sucedido records en la extracción minera de oro; en 2012 alcanzó las 2 982 ton en todo el planeta. El más grande minero del mundo es China (donde se extrajeron más de 400 ton); y recién en el quinto puesto aparece un país latinoamericano (Perú). China se ha convertido también en el primer consumidor de oro a nivel planetario. Sus necesidades se han cuadruplicado en la última década, y se lo usa sobre todo en joyería

Encontramos así que la depredación para obtener oro no alimenta ningún proceso industrial clave, ni ninguna necesidad básica, sino que está atada a las modas de la joyería global, y en especial el consumismo de familias adineradas de China y otros países, o a las necesidades de los financistas. Si América Latina dejara de proveer oro para esos fines, no ocurría ningún colapso; por el contrario, la calidad de vida de muchas comunidades en nuestro continente mejoraría mucho.

La mejor manera de describir lo que ocurre con el oro es rescatando el concepto de “preciosidades”, propuesto por Immanuell Wallerstein, a mediados de la década de 1970. Estos son bienes que son caros esencialmente por su valor simbólico. Quienes los poseen y exhiben ostentan riqueza y poder. Otros ejemplos de preciosidades son los diamantes, rubíes y otras piedras preciosas, los tapados de pieles de animales exóticos o el caviar. No desempeñan papeles similares a los de otras materias primas que se comercializan globalmente, como las que se destinan a los alimentos u otras necesidades de las personas, o las que son insumos para procesos industriales, como el hierro. La minería latinoamericana en oro ni siquiera es una “industria”, ya que allí no ocurre ningún proceso manufacturero.

Esta condición afecta tanto a la minera de oro en manos corporativas como la informal e ilegal. No puede olvidarse que cualquiera de las dos siguen siendo lo mismo: extractivismo minero. Ambas tienen efectos negativos en las dimensiones sociales, ambientales y económicas. Y las dos están amarradas a los mercados globales, e incluso una se inserta en la otra, para poder exportar oro hacia la globalización.

No puede tampoco olvidarse las responsabilidades gubernamentales en promover condiciones políticas y económicas que reproducen una y otra vez los extractivismos. Han dado todo tipo de cobertura a las grandes empresas, en sus inversiones, en concederles territorios, en asegurar sus exportaciones, en otorgarles subsidios (la mayor parte de ellos encubiertos o indirectos), y han llegado incluso a defenderlas con policías o militares. También son responsables de que innumerables familias no tengan otras salidas que dedicarse a ganarse sus pesitos buscando pepitas de oro en plena selva ya que el propio Estado los ha dejado desamparados, sin contar con otras opciones productivas viables.

Todo esto desemboca en que una vez instaladas las corporaciones o esos miles de mineros, el Estado ya no los puede controlar (o no quiere). Ambos cuentan con poder político. El corporativo es mas sutil pero más firme y ampliado, opera desde las cámaras empresariales y la prensa. El de los mineros artesanales o ilegales descansa en caudillos locales, alcaldes, y hasta algunos legisladores, como se ha señalado en Perú. La violencia y la ilegalidad aparecen en los dos casos, aunque también de manera distinta.

Esta situación debe detenerse, y este tipo de desarrollo debe revertirse cuanto antes. Se debe resolver el drama que significa la minería del oro y otras preciosidades, sea grande, mediana o pequeña, o esté manejada por privados, cooperativas o el propio Estado. Las respuestas deben ser radicales, en tanto el daño ambiental y los impactos sociales se siguen sumando, y son cada vez mas graves. Estos problemas ya no se pueden solucionar con nuevas tecnologías mineras, con responsabilidad social empresarial o algún nuevo tipo de política pública, ya que la explotación aurífera marcha a ritmo de vértigo. La reacción no puede esperar por años y años hasta que los patrones de consumo de los países industrializados y de los nuevos ricos en Asia, entiendan que poco sentido tiene la ostentación de joyas, y hagan caer la demanda global. Tampoco se puede seguir aguardando por un repentino arrepentimiento entre los que animan el mundo de las finanzas. En cambio, las soluciones deben ser construidas por los propios latinoamericanos, ya que ellos son los más interesados en defender su propia población y sus ambientes. Como consecuencia de todo esto, el mecanismo que se debe aplicar es evidente: América Latina la que debe declarar una moratoria de la minería de oro.

Esto implica tanto suspender nuevos emprendimientos mineros, como ir desmontando los actuales. Simultáneamente se debe contar con un marco regulatorio regional que impida el ingreso de oro nuevo desde la minería, con lo cual el sector informal rápidamente desaparecerá. En cambio, se debe permitir y alentar el comercio basado en el reuso y reciclaje del oro que ya fue extraído. A su vez, el Estado debe reorientar todos los recursos financieros, humanos y políticos, que ha usado hasta el día de hoy en sostener a la minería corporativa, para pasar a brindar apoyo y opciones productivas dignas a todas las familias rurales.

No hay que sentir temor ante la idea de una moratoria de la minería del oro. Es el paso necesario para enfrentar una situación que se ha vuelto tan dramática, que no se pueden aceptar postergaciones, si es que realmente se defiende la vida.

*Eduardo Gudynas es analista en CLAES (Centro Latino Americano de Ecología Social), Montevideo.
Twitter: @EGudynas
URL de este artículo: http://www.alainet.org/active/73652
 
 

miércoles, 4 de junio de 2014



DOCUMENTAL SOBRE BIODIVERSIDAD EN LA JALCA DE CAJAMARCA: ZONA DEL PROYECTO CONGA
 
El documental muestra la biodiversidad de la Jalca Cajamarquina, específicamente en la zona que se ha ubicado el proyecto Conga de minera Yanacocha y el proyecto El Galeno de Lumina Copper, que en su conjunto afectarán a siete micro cuencas.

Este complejo de humedales (bofedales), Lagunas, pajonales, constituyen el sistema natural de captación de agua de la principal fuente de recursos hídricos de las provincias de Celendín, Hualgayoc - Bambamarca y Cajamarca. Para operar, las empresas mineras, tienen que destruir todo este ecosistema, aduciendo que con la construcción de reservorios remplazarán y serán mejor que las lagunas, pues según Yanacocha, dotarán de más agua a las comunidades; esto ha sido desmentido por los informes de Robert Moran y Guido Peralta. Sólo en las inmediaciones de las instalaciones de la huella del proyecto Conga (el área donde van a construir la mina, 3069 hás) existen cerca de 800 manantiales de agua, 102 captaciones de agua para el consumo humano, 18 canales de riego que hacen posible la agricultura y la ganadería en la zona. La Ley de Recursos Hídricos y la Ley General del Medio Ambiente consideran a las zonas que poseen humedales, lagunas altoandinas (como la jalca de Cajamarca) como zonas vulnerables, frágiles y recomienda su conservación.

En Cajamarca contamos con un instrumento de gestión del territorio, denominado Zonificación Ecológica y Económica (ZEE), el mismo que ha sido construido de manera participativa, este instrumento considera a la zona en la que se han ubicado estos proyectos mineros, como zonas para su conservación, por la importancia que estas representan. Así mismo, en el mundo, vivimos en un contexto de cambio climático, en que la carencia, escases del agua ya se viene sintiendo y se va acentuar cada vez más, lo más sensato es protegerla, conservarla, incluso como visión estratégica de desarrollo de nuestro territorio, ya que el recurso del agua es el principal elemento para generar economía, ingresos para las familias de nuestras comunidades.

Yanacocha, en estas zonas sensibles, vulnerables, generadoras de agua limpia para Cajamarca, de darse el proyecto minero, removería 92 mil toneladas de roca al día, todos los días durante 17 años, de la misma manera producirían un promedio de 85 mil toneladas de relaves tóxicos al día durante 17 años, los que serán depositados en las nacientes de nuestros ríos que son las últimas reservas de agua limpia.

Por otro lado el proyecto Conga, para la empresa minera representa un gran negocio. Yanacocha para obtener una onza de oro del subsuelo cajamarquino, incurre en un costo promedio de 300 dólares, esta onza de oro se cotiza en el mercado internacional del oro sobre los 2000 dólares. ¡Un gran negocio! porque lo que obtendrían de Conga no es una onza de oro, según su EIA serán 11 millones 800 mil onzas de oro y 3.1 billones de libras de cobre.

Por: Milton Sánchez Cubas

martes, 27 de mayo de 2014


CHINA: MARX SE REVOLVERÍA EN SU TUMBA
 


China está alcanzando a Estados Unidos, encontrándose a punto de sobrepasarla en términos de PBI a precios reales. Su régimen económico es distinto al capitalismo financiero que hoy gobierna al mundo, con grandes empresas estatales, control directo de las finanzas y una enorme acumulación de reservas.

No tienen elecciones democráticas sino que están dirigidos por el Partido Comunista Chino, en el cual su Ejército tiene fuerte influencia. Controlan no solo la prensa sino también internet. Tienen sindicatos con millones de afiliados pero son “oficiales”, fuertemente regulados desde el estado y bajo control del partido. La decisión estatal también pesa en el número de hijos que puede tener una familia y mantienen sometidos a diversos grupos étnicos minoritarios como los tibetanos.

Empresas públicas chinas se expanden por el mundo y entran fuerte al Perú buscando metales y petróleo, mientras sus empresas privadas nos inundan de productos manufacturados. Suelo usar una laptop Lenovo, marcha china, con la que he escrito criticando las particularísimas ventajas que Alan García otorgó a las inversiones chinas en el TLC, lo que sucedió luego de que el Apra recibiera medio millón de dólares de donación del Partido Comunista Chino.

Es imposible ignorar a China. Aunque sea difícil, es menester tratar de entenderla.

Mirándonos en su espejo

Los éxitos de China son notorios en el ámbito del crecimiento económico. Su PBI ha aumentado con una rapidez sorprendente, siguiendo los ejemplos anteriores de Japón, Taiwan y Corea del Sur pero a su escala de gigante. Ha crecido más de 10% anual por 30 años. Al igual que estos antecesores asiáticos, el avance económico chino no ha sido por la explotación de minerales o petróleo, sino por la industrialización, ámbito en el que no dejan de progresar. Si hace 30 años empezaron con unos plásticos simples de baja calidad, hoy fabrican y venden en el mundo una gran variedad de productos industriales, incluso algunos bastante complejos como carros. Eso es diversificación productiva, ministro Ghezzi.

Si su avance económico ha sido bueno, en el área social no ha sido igual, al tiempo que ha generado alta desigualdad y severos problemas ambientales. La salud pública ha avanzado a ritmo mucho más lento; hace unos años con la epidemia del SARS la decisión política fue tratar de negarla y subestimarla. Todavía hoy en China van muy atrasados en asegurar para todos sus ciudadanos acceso a la atención integral de salud, tras la privatización de la economía entraron en crisis sus cooperativas agrarias que tenían atención primaria de salud, y la respuesta estatal llegó dos décadas después con un financiamiento de menos de 5 dólares por persona.

El crecimiento económico se ha basado en una extrema desigualdad. Mientras las ganancias suben por ascensor los salarios suben por una empinada escalera. Los millonarios se multiplican; en varios casos, se trata de hijos o nietos de antiguos jerarcas del gobierno. Tienen 152 billonarios (más de 1,000 millones de dólares cada uno); Wang Jianlin tiene una fortuna de 15 mil millones de dólares y recién se compró un inmueble en Madrid por 380 millones. Mientras tanto el salario mínimo en algunas regiones no llega a 150 dólares mensuales, unos 400 soles.

La cantidad de desastres ambientales en China es grande, afectando aire, aguas y suelos en muchas regiones. 16 de las 20 ciudades más contaminadas del mundo están en China. En el caso del calentamiento global, China ha aumentado sus emisiones de CO2 a ritmo veloz, sin preocuparse por medidas eficaces para controlarlas mientras que al mismo tiempo han saboteado todos los esfuerzos internacionales al respecto, tarea en la cual se dan la mano con los Estados Unidos.

No, el espejo no muestra a Blancanieves. Esta china no es la más bonita del reino.

Ideología y Práctica

Una de las 5 tesis de Mao indica que la práctica es el criterio de la verdad. Aplicándola, veamos la verdad: la China de hoy no tiene nada de comunista, salvo el nombre del partido que la gobierna. Desde tiempo atrás a la concentración del poder se le ha sumado la concentración de la riqueza y en vez de que haya un avance en la democratización, lo que hay es un estado que niega derechos civiles y políticos básicos a sus ciudadanos. Marx se revolvería en su tumba y se levantaría como zombi vengador si le dijeran que esta China es comunista.

Para introducir las reformas que han generado estos cambios en China, Deng Ziao Ping popularizó el refrán que dice: “no importa de qué color sea el gato siempre que cace ratones”. Habría que ver qué consecuencias ecológicas trae llenarnos de gatos para acabar con los ratones; es conocido que cuando Australia importó conejos (para criarlos y comerlos) terminó teniendo una plaga de conejos, y cuando luego importó zorros para que cacen a los conejos, pasó a tener dos plagas, la de conejos y la de zorros. La realidad social es más compleja que la eficacia cazadora de los gatos.

La cuestión de fondo, sin embargo, es si estamos de acuerdo en que el gran objetivo de la sociedad peruana debe ser cazar los mismos ratones contra los que luchó Deng. Quizás en el Perú de hoy lo que hay que cazar no son ratones sino ratas, unas ratazas que andan sueltas dentro del estado, sobre todo entre el jirón Junín y la avenida Abancay. Frente a este problema, no parece que los gatos chinos sean buenos para cazar ratas peruanas, mas parece que las engordan.

Nosotros y China

Resumamos: las políticas que se aplican en China no necesariamente son buenas para el Perú. Allá parecen haber hecho cosas buenas y otras no tanto, lo que es asunto de los chinos, quienes ojalá puedan hacer su propia evaluación y decidir bien su futuro.

Nosotros, desde nuestra modesta patria sudamericana, debemos buscar nuestro propio camino. Podemos aprender de China lo que nos convenga, pero solo eso. Ninguna anteojera ideológica que proponga copiar.

Tampoco tengamos anteojeras al momento de pensar nuestra relación con China, como no las tienen ellos, que piensan en sus propios intereses hasta en demasía. Es bueno para el Perú diversificar nuestras relaciones económicas, políticas y hasta militares, porque no es bueno poner todos los huevos en la misma canasta. En ese sentido una buena relación con China nos añade mercado y espacio político.

Pero no dejemos de darnos cuenta que China quiere nuestras materias primas baratas sin ninguna consideración ambiental ni social, y que allá no habrá accionistas ni jueces ni opinión pública en los cuales podamos buscar apoyo. ¿Qué ganamos ampliando horizontes si en vez de traer mejores inversionistas degradamos la calidad de las inversiones? Si lo hacemos sin condiciones como hasta ahora, el abrirnos a las inversiones chinas puede significar no cazar ratones sino atraer más ratas.

La justicia y el buen vivir en el mundo

Lo bueno del insurgir de China en el mundo es su aporte a la multipolaridad, es decir, a bajarles la cresta al Estado militarista norteamericano que espía, controla y mata en el mundo sin que el dulce Obama haya cambiado esto.

Lo malo es que son muy autocentrados y duros negociadores. Tienen su propia lógica de acumulación económica, tecnológica y militar para aumentar su poder. No han mostrado un ápice de entendimiento de la catástrofe ambiental mundial hacia la que seguimos avanzando como planeta.

Tenemos en el barrio un nuevo matón que entra a disputar con quien se cree el dueño del barrio y no sabemos si el nuevo logrará ser más poderoso. Tampoco sabemos si será mejor, por más que llamándose comunista quiera despistar a algunos con su disfraz de caperucita roja. En esta nueva realidad, le vendría bien al Perú defender mejor sus intereses, promover la unidad sudamericana y, por qué no, empujar un poco la agenda ambiental global ahora que se viene la COP 20 a nuestra tierra.
 
Nota: Artículo publicado en la revista "Hildebrandt en sus Trece" el viernes 16 de mayo.
 

jueves, 22 de mayo de 2014

ANDRÉS OLIVEROS NEGOCIABA CON CONSEJEROS VIABILIDAD DE CONGA
Cajamarca, 21 de mayo 2014.
 
 
 
Habría ofrecido financiamiento de campañas electorales a consejeros que desean ser elegidos como autoridades ediles en sus jurisdicciones.

Se ofrece a los consejeros dialogo y apoyo con representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros, incluso ejecución de obras en sus zonas de origen.

Ayer, en conferencia de prensa, el periodista Jorge Pereyra Terrones hizo público un audio en el cual un funcionario de minera Yanacocha pacta con consejeros regionales para impulsar la viabilidad del proyecto minero Conga.

Los personajes involucrados son identificados como Andrés Oliveros Castillo Gerente de Asuntos Gubernamentales e Institucionales de Minera Yanacocha; y los consejeros regionales Hugo Fuentes Estela, Servando Puerta Peña y José Luis Chiwuan Cubas.

La reunión se desarrolla durante el conflicto Conga, cuando Cajamarca vivía una fuerte convulsión social.

El tema de fondo era evitar que se apruebe la aplicación de un referéndum para decidir la viabilidad del proyecto cuprífero en la parte alta de la provincia de Celendín.

De acuerdo a lo escuchado, Oliveros Castillo ofrece a los consejeros apoyo económico para las campañas que realizan con miras a las elecciones municipales del próximo 05 de octubre. Al parecer, los consejeros tenían aspiraciones de ser elegidos como alcalde en sus zonas.

Además, el gerente ofrece ser el intermediario y conseguir una cita con el Presidente del Consejo de Ministros para dialogar sobre la ejecución de importantes paquetes de obras en cada una de las zonas.
Hugo Fuentes Estela, natural de Chota, fue electo por el Partido Nacionalista Peruano, que preside Nadine Heredia Alarcón, actual esposa de Ollanta Humala Tasso.

Cervando Puerta Peña, militante del Movimiento de Afirmación Social, movimiento político que dirige Gregorio Santos Guerrero, actual presidente de la región.

El tercer implicado es José Luis Chiwuan Cubas, electo por el Movimiento Regional Fuerza Social, facción política que regenta Jesús Coronel Salirrosas, ex presidente regional y actual candidato a las justas electorales del 05 de octubre.

SE FUE DE BOCA. Andrés Oliveros Castillo, Gerente de Asuntos Gubernamentales e Institucionales de Minera Yanacocha. Se lo escucha ofreciendo “mucho” a los consejeros del gobierno regional de Cajamarca a cambio de su apoyo por la viabilidad del proyecto minero Conga. Siempre especificó que hablaba como Andrés Oliveros no como Minera Yanacocha, pero si fuese gerente de la empresa no se hubiera dado esa sesión.

EN ESPINOSA SITUACIÓN. Hugo Fuentes Estela, natural de Chota. Presidió la comisión que investigó actos de corrupción en ProRegión. Pertenece al Partido Nacionalista Peruano, deseaba apoyo para una eventual candidatura a la alcaldía de su zona.

MUCHO QUE RESPONDER. Cervando Puerta Peña, militante del Movimiento de Afirmación Social, movimiento político que dirige Gregorio Santos Guerrero, actual presidente de la región. Deberá justificar esa reunión.

MÁS CORTES AL ARBOLITO. El tercer implicado es José Luis Chiwuan Cubas, electo por el Movimiento Regional Fuerza Social, facción política que regenta Jesús Coronel Salirrosas, ex presidente regional y actual candidato a las justas electorales del 05 de octubre.

ANTE LA PRENSA. Ayer, Jorge Pereyra Terrones hizo público el audio de una reunión entre el gerente de Yanacocha y 3 consejeros regionales. Los ofrecimientos son varios,
todo a cambio de su apoyo a la viabilidad del proyecto cuprífero Conga – en la zona alta de la provincia de Celendín.


Diario El Mercurio 21.05.14
 
 
 

domingo, 20 de abril de 2014

¿ES EL AGUA EL NUEVO ORO DEL SIGLO XXI?
 
 

Las proyecciones de crecimiento de la población y las demandas de la misma por la utilización de agua potable para la alimentación y mantenimiento están preocupando cada vez más. Para 2050 se prevé que 1.000 millones de personas no tengan acceso a este bien tan fundamental.

Las recientes estadísticas y proyecciones de Naciones Unidas han arrojado resultados preocupantes para todo el mundo. En 2050, la población mundial, que actualmente es cercana a los 7.000 millones de habitantes, debería alcanzar los 10.000 millones y el 10% de ellos no tendrá acceso al agua potable (1.000 millones).

Como reporta Kim Cramer Larsson analista técnico independiente para Sala de inversión,cada ciudadano estadounidense utiliza 600 litros de agua en promedio; los chinos, en tanto, la cifra es bastante inferior con sólo 90 litros por per cápita, aunque cada vez más comienzan a aumentar tal consumo. Según publicó la revista Fortune, la demanda en agua en India se duplicará en diez años, y para la agricultura aumentará en más del 40% en 2030.

Globalmente, el uso del agua para la agricultura representa un 71% mientras que para la industria representa otro 16%. Se necesitan 270 litros de agua para producir una taza de café- desde el cultivo hasta la taza vendida en Starbucks, por ejemplo. Un zumo supone 7,000 litros de agua mientras un par de vaqueros necesita 11,000 litros. El cambio climático y la contaminación están haciendo que el agua limpia sea un recurso escaso. En pocas palabras: el agua está caliente y lo seguirá estando.


Vía: America Economía
http://diarioecologia.com/es-el-agua-el-nuevo-oro-del-siglo-xxi/