viernes, 19 de abril de 2013

MINAS CONGA, "PERSONA NON GRATA" EN CAJAMARCA
 
 
La explotación de la mina de oro Conga en Cajamarca, Perú, está en suspenso por ahora. Eso está relacionado con las masivas protestas de la población local. Sin embargo, el presidente Humala no teme tomar medidas drásticas para poder continuar con los proyectos planificados. Recientemente, Mirtha Vásquez, abogada y activista de derechos humanos para la ONG Grufides, estuvo en Bélgica por una invitación de Catapa (organisación sin fines de lucro).

La planeada mina Conga es una expansión de Yanacocha, la mina de oro más grande de América del Sur, al norte de la región andina de Perú. La explotación está en manos de Minas Buenaventura (Perú), Newmont Mining (EEUU) y el Banco Mundial.

Grufides es una ONG que trabaja con comunidades de campesinos de los alrededores de Cajamarca la cual aboga por la protección del medio ambiente y de los DDHH, los cuales han sido muchas veces violados por los grandes proyectos mineros. En todo el país hay más de dos mil conflictos sociales, y sólo en la zona de Cajamarca hay dieciocho.

Mirtha Vásquez fue intimidada y detenida durante horas por una patrulla policial, el miércoles anterior, 27 de marzo, en Cajamarca. El incidente probablemente tuvo relación con el hecho de que Vásquez había denunciado al ex-director nacional de la policía, y a varios jefes policiales, por abuso de poder y uso de violencia y prácticas de tortura en un conflicto social alrededor de Conga. No fue por azar que la detención se realizó unos días después de que ella volvió de una visita a la Comisión Inter-Americana de DDHH en Washington DC, donde había denunciado los acuerdos que varias empresas mineras tenían con la policía nacional de Perú.

¿Humala no había prometido una nueva manera de gestionar la política de explotación minera en Perú, en su campaña electoral en 2011?

Mirtha Vásquez: Ollanta Humala justamente reforzó su campaña electoral con la idea de cambiar el modelo económico y hacer que la minería generase más dinero. En realidad no se hizo mucho de eso, y desde un punto de vista legal, también es difícil de cumplir. Fujimori promulgó un proyecto de ley que declara que todas las grandes empresas que vienen a establecerse en el país, reciben un contrato del gobierno que les garantiza estabilidad a nivel socio-económico. Todas estas empresas en Perú tienen un contrato de ese estilo.

Ya causó todo un conflicto cuando, hace tres años, se obligó a las empresas a pagar royalties, lo que es común en el resto de los países. Las grandes empresas que ya están desde hace mucho tiempo en el país, se defendieron con sus contratos y garantías de estabilidad y denunciaron al estado, por lo cual todo quedó tal como antes. En Perú solo se pagan impuestos a los ingresos, denominados “canon minero”, que es la única tasa aplicada.

Mientras, los precios de las materias primas como el oro aumentaron explosivamente. A causa de esto se negoció un impuesto sobre los ingresos extras recibidos debido a estos altos precios, pero también esa idea fue rechazada cubriéndose con sus contratos.

¿Entonces, Perú no sigue de ninguna forma el ejemplo de Bolivia bajo el gobierno de Evo Morales?

Mirtha Vásquez: En su gestión a nivel económico, Humala sigue el ejemplo del ex-presidente Alan García (2006-2011), y ese modelo surgió durante el gobierno de Fujimori, en los años noventa. A causa de esto, la población se siente traicionada, sobre todo en las regiones donde hay conflictos importantes. Esas áreas de conflicto coinciden justo con los proyectos mineros.

Humala hablaba en su discurso sobre la protección de riquezas naturales. El dijo que iba a poner restricciones a las grandes empresas mineras y habló sobre la nacionalización de las riquezas naturales. El también definió que la explotación de riquezas naturales no puede ser la única base de la economía. Pero luego de que llegó al poder, vemos que no cumplió nada de eso. Sin embargo, Humala trabaja aún más represivamente.

¿Cómo se manifiesta eso?

Mirtha Vásquez: Bajo el gobierno de Alan García nunca conocimos una declaración de estado de emergencia. Durante el conflicto de Conga, Humala declaró tres veces el estado de emergencia, para posteriormente permitir al ejercito de reprimir brutalmente a la población.

Bajo el gobierno de Humala, la cantidad de juicios contra líderes de organizaciones que abogan por la protección del medio ambiente aumentó drásticamente. Ahora tenemos seguramente 60 porciento más de juicios que durante el gobierno anterior. Una medida que Humala tomó es, por ejemplo, que las personas que fueron acusadas por atentar contra el orden público durante protestas, en el futuro ya no tienen el derecho de pasar por la corte de justicia en el área donde viven o donde ocurrieron los delitos. Ellos ahora son juzgados en otros regiones, lejos de su hogar.

¿Cuál es el sentido de eso?

Mirtha Vásquez: Así quiere ponerlos bajo aún más presión y hacerlo más complicado para la gente. Entonces, ellos tienen que pagar costos de transporte para poder llegar, y también los costos de transporte de los abogados, lo que se hace más caro. Exponen a la gente a una presión mayor.

Todos los reclamos de los líderes en el conflicto de Conga están presentados en Chiclayo, eso es a siete horas de viaje. Los involucrados son gente pobre que corren el riesgo de una condena de cárcel, no tanto por lo que han hecho, pero porque el estado tiene el poder de detenerlos, sin que ellos pueden defenderse. Esa política de criminalización y detención es más grave que durante los gobiernos anteriores. Junto a esto, hace menos de un mes, Humala declaró que iba a poner bases militares en todas las zonas de conflicto. La represión se puede volver aún mas dura.

¿Qué esta en peligro en Conga?

Mirtha Vásquez: Lo de Conga se trata de una inversión, la más importante inversión minera en Perú hoy en día (4,800 millones de dólares). La región es ecológicamente de un valor especial porque ahí surge una cuenca hidrológica, con ríos pequeños, lagos de montaña, fuentes, turberas y canales de irrigación. El departamento también tiene una ley para la gestión de agua que les prohíbe de efectuar proyectos mineros en este tipo de cuenca. Las comunidades de campesinos vivieron cómodamente gracias a la agricultura, silvicultura y ganadería. El gobierno quiere, sin embargo, estimular la minería por dos razones: sirve para tener ingresos a corto plazo, y esos megaproyectos están relacionados al modelo neoliberal, donde las grandes empresas son actores importantes.

¿Esa ley sobre cuencas hidrológicas entonces no es decisiva?

Mirtha Vásquez: El punto es que aún no hay una resolución para poner en marcha esa ley. El gobierno federal llevó al gobierno regional delante de la corte para anular la regulación del gobierno departamental. El gobierno está determinado a que este proyecto se lleve a cabo.

El estado Peruano ratificó el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Este da derecho a las comunidades indígenas a ser consultadas en caso de grandes proyectos, como este.
 
¿Entonces no debe ser el caso para Conga?

Mirtha Vásquez: Es muy difícil para Conga de organizar una consulta popular, porque este gobierno no reconoce las comunidades de esta zona como comunidades indígenas. En realidad se trata aquí de comunidades sin registro oficial: de hecho, tampoco son comunidades indígenas. Por eso ahora promovieron un referendo interno, por iniciativa de las organizaciones locales mismas. El gobierno ya dejo saber que no va a reconocer los resultados, pero ellos igual quieren seguir con esto para mostrar al gobierno que quieren participación pública. La protesta en Cajamarca es según Humala “El mal ejemplo”.

¿Está tan segura que la gente va votar en contra?

Mirtha Vásquez: la empresa misma hizo una encuesta, porque corría la voz que los opositores eran sólo un pequeño grupo de radicales. Esa encuesta arrojó que el 78 porciento está en contra. Sólo un pequeño grupo de gente que va a conseguir trabajo o que están directamente relacionados al proyecto, están a favor.

¿Usted espera un aumento en la escalada del conflicto cuando el gobierno despliegue el ejercito?

Mirtha Vásquez: El gobierno está determinado a forzar este proyecto con dura fuerza militar y policial. El costo social de esto será alto. La gente se siente amedrentada por estas intimidaciones, aunque al mismo tiempo la indignación aumenta. La gente dice: “Nosotros sabemos que podemos morir en esta batalla o que corremos el riesgo de terminar en la cárcel. Pero nosotros preferimos eso en lugar de ser expulsados de nuestras tierras así nomas.” Se trata del instinto de sobrevivencia. La gente tuvo siempre, hasta hoy día, una vida cómoda gracias a la agricultura. Eso ahora está en peligro. El año pasado, mucha gente murió defendiendo sus tierras. Presionar para la ejecución de este proyecto significa correr el riesgo que otra vez van a haber muertos. Esa represión, lamentablemente, es una característica de este gobierno.

¿Europa puede marcar una diferencia en este conflicto?

Mirtha Vásquez: Seguro que sí. La minería en Latinoamérica y sobre todo en Perú y Colombia, está desarrollándose así, y va a tener un impulso con el acuerdo de libre comercio que se puso en marcha en marzo. Es importante que Europa sea consciente del impacto de estos megaproyectos. Ustedes lo ven como una excelente oportunidad de desarrollo para nuestros países para sacar la gente de la pobreza, pero no ven el impacto negativo que tienen. Nos gusta recibir inversiones que crean oportunidades de trabajo. Las oportunidades de trabajo que crea la minería, sin embargo, son relativas. Los grandes beneficios tampoco son directamente para el país, pero para las empresas.
Para nosotros, los megaproyectos significan traslado de comunidades, áreas contaminadas que necesitan años para recuperarse. Esto deja también un país con una gran cantidad de conflictos internos. La economía no es el camino que queremos en nuestras vidas, cuando esto incluye violaciones a los derechos fundamentales.

La sociedad civil de Europa también debe tener en cuenta que la extracción de todo ese oro en nuestro país, no es para responder a nuestras necesidades básicas Esa explotación está muchas veces focalizada en un estándar de vida cada vez más alto de la gente aquí en Perú, con todo tipo de artículos electrónicos y tecnologías de información. Con eso no se tiene en cuenta que ese aparataje contiene componentes como minerales y oro. Un aumento de su demanda significa que para nosotros la presión crece. El crecimiento del consumo no puede seguir así, porque eso atenta contra la calidad de vida para nuestra gente. Yo creo que tenemos que pensar bien en eso. Hay muchos lugares en el mundo que serán victimas de esto.

Entrevista del sábado con Mirtha Vásquez en MO*
 

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