EN RESPUESTA AL MENSAJE A LA NACIÓN DEL PRESIDENTE OLLANTA HUMALA
PRONUNCIAMIENTO
CONTINUISMO, RETROCESOS Y SILENCIOS: DE LA GRAN TRANSFORMACIÓN NO QUEDA NADA
El mensaje a la nación que el Presidente Ollanta Humala ha dirigido al
país el pasado 28 de julio, al cumplir su primer año de gobierno, ha sido
lamentable. No solo ha justificado sus principales acciones al frente del
Ejecutivo que lo alejan definitivamente de la Gran Transformación, sino que ha
ratificado que la orientación principal de su gobierno será la profundización de
las políticas públicas diseñadas y puestas en marcha por el gobierno de Alberto
Fujimori, y continuadas por los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan
García.
Mensaje continuista
La nueva composición del Gabinete Ministerial -anunciada días antes del
Mensaje- dejó ver que no habrían grandes cambios sino más de lo
mismo.
En el terreno de la gestión macro económica y de los sectores
productivos, se ratificaron a los ministros de Economía, Comercio Exterior,
Energía y Minas, Producción, Transportes y Vivienda. Y se reforzó la hegemonía
neoliberal con el reemplazo de un ministro de Agricultura cercano al Partido
Nacionalista por otro proveniente de las canteras de Economía y
Finanzas.
En el campo de la gestión social, siguen los mismos los rostros y el
esquema vigente. Los grandes grupos económicos mantienen el control sobre los
recursos naturales, el comercio y los servicios; y sus impuestos sirven para
financiar una estrategia de inclusión social que se basa en transferencias en
efectivo y programas de asistencia directa a los más pobres. Pero un año después
es evidente que no hay una estrategia para revertir los aspectos estructurales
de la pobreza, haciendo que los pequeños y medianos propietarios y productores
puedan generar empleos e ingresos de manera sostenible en el mercado, avanzando
en la integración regional andina y redefiniendo las condiciones de nuestra
participación en la globalización.
En el ámbito de la política, se han puesto caras civiles nuevas en la
Presidencia del Consejo de Ministros y en los ministerios de Defensa e Interior.
Pero hay que recordar que el nuevo Premier, cuando era Ministro de Justicia, y
el nuevo ministro de Defensa, cuando era Procurador del Estado peruano ante la
Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), lideraron la campaña del
Gobierno peruano contra la CIDH, encubriendo a los “gallinazos” del SIN acusados
de asesinar a un emerretista ya rendido durante la liberación de los rehenes en
la residencia del Embajador del Japón; equiparándolos maliciosamente con los
héroes militares de ese exitoso operativo de rescate.
El Mensaje del 28 de julio, de formato extenso y aburrido, terminó por
abrumar a la opinión pública con cifras sin contexto, maquilladas con el velo de
una inclusión social basada en anuncios populistas, varios de ellos francamente
demagógicos.
Retroceso escandaloso
Pero no solo hay continuismo, lo que ya es grave. En un tema de vital
importancia, como el de la energía, se ha decidido dar marcha atrás en políticas
ya en curso. Allí actuaba una de las pocas políticas públicas que rescataban
algunas de las ofertas electorales del Humala candidato del 2006 y del 2011,
pues se proponía repotenciar Petroperú y dedicar las reservas de Camisea a
masificar el consumo del gas en el mercado interno peruano. Pero, en su Mensaje
a la Nación, Humala tira por la borda esa política, anunciando una nueva
estrategia del gas que sigue favoreciendo al Consorcio Camisea (Hunt-Repsol) y
al Grupo Brescia, dejando de lado a Petroperú y al proyecto Kuntur del gasoducto
del sur; haciendo imposible tanto la masificación del consumo del gas como el
desarrollo del polo petroquímico ofrecido a la macro región sur.
De manera paralela, el Consorcio Camisea la hace larga en cuanto a poner
en práctica la liberación para el mercado interno de la parte del gas del Lote
88, que ahora usa para garantizar los ilegales contratos de exportación;
mientras que el Ministro de Energía y Minas despide al Presidente y a la Gerente
General de Perupetro, después que estos demandaran a Repsol por la estafa en el
pago de regalías por el gas exportado, donde esta empresa declara precios bajos
por enviar el gas a México, pero después lo reexporta a precios altos a mercados
asiáticos sin pagar la regalía que realmente corresponde.
Además, los ministerios de Energía y Minas y Economía y Finanzas se
están poniendo del lado de Repsol al atrasar la concreción de la inversión en la
modernización de la refinería de Talara, pues una modernizada Talara obligaría a
Repsol a hacer inversiones similares en la refinería de la Pampilla, en
Lima.
Todo esto, mensaje a la nación y decisiones negociadas bajo la mesa con
las empresas Hunt y Repsol, configuran un escandaloso retroceso ya no solo
respecto de las promesas electorales sino de la propia acción del Ejecutivo de
hasta hace unas pocas semanas.
Mensaje evasivo
El continuismo que impregnan el cambio de Gabinete y el Mensaje a la
Nación fue acompañado de la ausencia en el tratamiento de temas frente a los que
el Gobierno no puede seguir haciendo la política del avestruz. Por
ejemplo:
· Nada sobre Conga
La resistencia social y política regional y nacional a la imposición del
Proyecto Mina Conga se ha convertido en el conflicto emblemático de esta
coyuntura, pues pone en cuestión la estrategia nacional y regional de desarrollo
y crecimiento, contrastándola con la estrategia de descentralización con gestión
del territorio basada en la participación y el consentimiento ciudadanos. Pero
el Presidente Humala ni mencionó estos temas, buscando distraer el debate al
anunciar el impulso de una reforma constitucional para consagrar el derecho al
agua, ignorando que ya existen en el Congreso diversos proyectos de ley que
apuntan en esa dirección y que varios gremios sociales y partidos políticos
estamos impulsando desde hace tiempo –como lo planteamos durante la Marcha
Nacional del Agua y la Vida- una iniciativa legislativa con dicho
propósito.
· Vaguedades sobre el aporte adicional minero
El Gabinete Lerner anunció que había negociado con los empresarios
mineros un aporte adicional de S/. 3000 millones para dar luz verde a sus
proyectos de inversión. Desde Tierra y Libertad denunciamos en su momento que en
realidad esa cifra estaba inflada pues los aportes adicionales se deducirían del
pago del impuesto a la renta.
En su Mensaje a la Nación el Presidente Humala anunció que, a la fecha,
ya se había recaudado S/. 1246 millones y que piensa cumplir con la meta de los
3000 millones "al término del primer año de vigencia". Pero ese primer año
termina a fin de este mes, lo que hace imposible se cumpla con la meta señalada.
Además, no se sabe de dónde saca el Presidente esa cifra ni en qué se están
gastando los recursos adicionales que se recaudan, pues no existe ningún
mecanismo que permita el monitoreo de esos pagos y sus usos.
· Nada sobre la Nueva Minería y la gestión
ambiental
En uno de sus recientes mensajes, el Presidente Humala anunció que una
comisión multisectorial del Ejecutivo propondría las reglas de juego para una
Nueva Minería, la que sería respetuosa del medio ambiente y de las opiniones de
la población. Sin embargo, el 28 de julio apenas dijo que ya la comisión
encargada había presentado sus recomendaciones, pero no anunció nada concreto ni
plazos para darlos a conocer a la opinión pública y abrir el debate que sobre el
tema el país entero reclama. Al respecto, Tierra y Libertad y la Central
Unitaria de Trabajadores (CUT) hemos dirigido una carta al Presidente Humala
adjuntando un conjunto de propuestas y alternativas y, a la vez, hemos propuesto
la necesidad de constituir una Mesa Nacional de Debate Minero y Ambiental con la
participación de todos los actores involucrados. Nos reafirmamos en esta
propuesta.
· Nada sobre los 17 muertos en los conflictos
sociales
17 ciudadanos han muerto en el curso de conflictos sociales, por acción
de las Fuerzas Armadas y Policiales que –basadas en la legislación heredada del
gobierno de Alan García y que este gobierno no ha modificado- hacen uso de armas
letales para enfrentar las protestas populares. Al respecto, el Presidente de la
República no dijo nada. Ni expresó dolor, ni presentó disculpas, ni anunció
cambios, ni ofreció investigaciones, creando así antecedentes nefastos para que
estas y otras violaciones de derechos humanos queden en la total
impunidad.
· Nada sobre la descentralización
El Presidente Humala no dijo nada concreto respecto de avances en el
proceso de la descentralización. Señaló sí que trabajaría con los presidentes
regionales, pero no adelantó alguna respuesta a la agenda descentralista que la
Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales, el REMURPE y la AMPE vienen
planteando. En suma, nada sobre fortalecimiento de capacidades, transferencia de
competencias o descentralización fiscal; tampoco sobre eliminación de los
mecanismos de recentralización y control presupuestal creados desde el MEF bajo
el gobierno de Alan García.
· Nada sobre el narcotráfico y el terrorismo en el
VRAEM
La respuesta del Gobierno al secuestro de trabajadores de empresas que
prestan servicios a las petroleras en el VRAE fue una sucesión de papelones;
hasta que el Presidente anunció que salían los militares y entraban los marinos
para aplicar una nueva estrategia. Desde entonces a la fecha –Mensaje a la
Nación incluido- nada se dice sobre esta estrategia, ni en qué consiste ni qué
resultados está logrando, si es que hay alguno.
Peor aún, las agencias especializadas anuncian que el Perú ha superado a
Colombia al convertirse en el primer productor de cocaína a nivel regional y
mundial, haciendo evidente que la estrategia contra las drogas implementada por
DEVIDA –ahora con directa influencia de la Embajada USA- es un fracaso rotundo.
Sobre este tema, el Presidente Humala no hizo tampoco evaluación ni anuncio
alguno de reorientación de la desacertada política en curso, cediendo en
soberanía y renunciando a la eficacia en la lucha contra el
narcoterrorismo.
· Nada sobre la ofensiva política de Sendero Luminoso y su nueva cara el
Movadef
Después del rechazo al registro electoral del Movadef por apología al
terrorismo, la facción acuerdista de Sendero Luminoso ha lanzado una nueva
ofensiva política, haciéndose presente en eventos culturales en Lima y Buenos
Aires, y en protestas sociales en la capital y otras regiones del país; así como
pretendiendo ganar la dirección de la movilización magisterial por mejores
salarios a través del CONARE-SUTEP.
Este es un tema que trasciende largamente el asunto de los sueldos de
los maestros y las responsabilidades del Ministerio de Educación, pues supone
hacerse preguntas de fondo sobre qué es lo que está pasando entre los maestros,
los jóvenes y sectores enteros de las poblaciones de zonas rurales y urbanas del
país que los predisponen a seguir liderazgos que son claramente violentistas y
antidemocráticos. Frente a este tema, el Presidente Humala no fue capaz de
presentar un diagnóstico ni menos articular una respuesta, contribuyendo con su
continuismo, silencio y falta de liderazgo, a agravar el problema, dejando de
paso la cancha abierta para que la derecha use las acciones de Movadef como una
excusa para alentar y justificar la criminalización de las protestas
sociales.
· Vaguedades sobre la lucha contra la corrupción
El Presidente anunció la muerte civil para los funcionarios públicos
acusados de corrupción, dando un mensaje de intransigencia frente a los
comportamientos corruptos de los servidores públicos. Celebramos esta medida y
celebramos en general cualquier estrategia para combatir la impunidad de los
corruptos. Pero –al igual que los trabajos de la Mega Comisión en el Congreso y
las campañas de la Procuraduría Anticorrupción contra los fujimoristas que deben
el pago de reparaciones civiles- la campaña moralizadora del Presidente Humala
se orienta contra los corruptos del pasado, pero omite igual firmeza contra la
corrupción del presente.
De la Gran Transformación no queda nada
La conformación del nuevo Consejo de Ministros y el Mensaje a la Nación
del Presidente Humala nos dicen ya, con toda claridad, que de la promesa de la
Gran Transformación ya no queda nada. Nos dicen que el Presidente Humala se ha
transformado, él mismo, en un representante fiel de los grandes capitales
peruanos y extranjeros que dominan nuestra economía y manejan directamente los
ministerios desde los años en que el Fujimorismo privatizó el Estado. Nos dicen
que para mantener esta situación de un mercado y un Estado capturados por las
grandes corporaciones, el Presidente Humala está dispuesto a que sigan muriendo
ciudadanos peruanos, como ya está sucediendo en respuesta a los conflictos
sociales, ignorando la opinión de la población y de las autoridades locales y
regionales.
Es claro pues lo que Humala hará en lo que queda de su gobierno: más de
lo mismo, y peor. Es igualmente claro que frente a esta situación lo que queda
es reforzar la resistencia social y política al modelo extractivista,
antidemocrático, monopolizador y ecológicamente depredador en las localidades y
las regiones. Y junto con esa resistencia, organizar una alternativa social y
política unitaria, democrática y amplia para las elecciones regionales y
locales del 2014 y las presidenciales y congresales del 2016. Es claro que esta
alternativa política local, regional y nacional debe ser de ruptura con el
actual modelo extractivista exportador, monopolista, rentista, centralista y
autoritario.
En esa perspectiva construimos Tierra y Libertad. En esa perspectiva,
convocamos a la unidad de todas las fuerzas sociales y políticas, a la
intelectualidad, a las organizaciones de la sociedad civil, y al empresariado
progresista y democrático; que estén dispuestos a romper con el Gran
Continuismo, hoy día encarnado ya no solamente en las fuerzas de la derecha
política peruana tradicional, sino también en Ollanta Humala, en Nadine Heredia,
en lo que queda del Partido Nacionalista y en Gana Perú.
Otro Perú es realmente posible, desde nuevas prácticas y renovación de
los discursos, con base en actitudes y liderazgos democráticos. Lo podemos
construir, desde ahora. Tenemos que hacerlo por nosotros y nosotras, y por los
que vendrán. Este es un desafío ético y político que no podemos
ignorar.
Lima, 3 de agosto del 2012.
COMISIÓN POLÍTICA NACIONAL
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