CASTILLA MINTIÓ, EL SALARIO MINIMO DEBE SUBIR
El Premier César Villanueva ha renunciado luego de que la presidenta Nadine Heredia y el superministro Luis Castilla lo desautorizaran.
Villanueva afirmó que el gobierno evaluaba un aumento del salario mínimo. Castilla negó que en el gobierno se haya coordinado sobre el tema, pero Villanueva ha mostrado las actas del Consejo de Ministros donde se discutió el tema y aprobó que lo revisara el Consejo Nacional de Trabajo. Castilla no dijo la verdad.
Castilla y Nadine ni siquiera permiten que se analice un aumento del salario mínimo. Prohibido pensar. Para asegurarse de tener el tema bajo cuatro llaves, han nombrado a la nacionalista y mujer de confianza de Nadine, Ana Jara, al ministerio de Trabajo. Jara sabe bien que su primer objetivo es evitar que siquiera se susurre algo sobre el salario mínimo.
El Perú tiene uno de los salarios mínimos más bajos del continente; muy detrás de otros países. A pesar del crecimiento económico, tenemos un salario atrasado.
Desde el último aumento del salario mínimo, la inflación y el aumento de la productividad suman 10%, representando mayores ganancias de las empresas que deben ser compartidas con los trabajadores. Por un lado, si los precios suben, es lógico que los salarios deban subir, ya que la capacidad de compra de los trabajadores se ha reducido – los salarios pueden comprar menos – y al mismo tiempo las empresas están teniendo mayores ingresos – porque cada producto lo venden más caro-. Pero además hay un aumento de la productividad, con lo que cada trabajador produce más. ¿No es acaso justo que esa mayor producción sea compartida entre el dueño de la empresa y sus trabajadores?¿no es acaso cierto que para que aumente la productividad, la mejor tecnología también requiere mano de obra más capacitada?
En Estados Unidos Barack Obama ha propuesto un aumento del salario mínimo. En Alemania lo ha aprobado hace poco por la derechista Merkel.
Nadine y Castilla gobiernan por encima del Primer Ministro. Ni siquiera dejan analizar y debatir. Eso va contra la Constitución Política y las reglas básicas de la democracia. El salario mínimo es un tema que debe tratarse concertadamente con el sector laboral y no ser decisión exclusiva de nuestro todopoderoso y mentiroso ministro de finanzas.
Villanueva afirmó que el gobierno evaluaba un aumento del salario mínimo. Castilla negó que en el gobierno se haya coordinado sobre el tema, pero Villanueva ha mostrado las actas del Consejo de Ministros donde se discutió el tema y aprobó que lo revisara el Consejo Nacional de Trabajo. Castilla no dijo la verdad.
Castilla y Nadine ni siquiera permiten que se analice un aumento del salario mínimo. Prohibido pensar. Para asegurarse de tener el tema bajo cuatro llaves, han nombrado a la nacionalista y mujer de confianza de Nadine, Ana Jara, al ministerio de Trabajo. Jara sabe bien que su primer objetivo es evitar que siquiera se susurre algo sobre el salario mínimo.
El Perú tiene uno de los salarios mínimos más bajos del continente; muy detrás de otros países. A pesar del crecimiento económico, tenemos un salario atrasado.
Desde el último aumento del salario mínimo, la inflación y el aumento de la productividad suman 10%, representando mayores ganancias de las empresas que deben ser compartidas con los trabajadores. Por un lado, si los precios suben, es lógico que los salarios deban subir, ya que la capacidad de compra de los trabajadores se ha reducido – los salarios pueden comprar menos – y al mismo tiempo las empresas están teniendo mayores ingresos – porque cada producto lo venden más caro-. Pero además hay un aumento de la productividad, con lo que cada trabajador produce más. ¿No es acaso justo que esa mayor producción sea compartida entre el dueño de la empresa y sus trabajadores?¿no es acaso cierto que para que aumente la productividad, la mejor tecnología también requiere mano de obra más capacitada?
En Estados Unidos Barack Obama ha propuesto un aumento del salario mínimo. En Alemania lo ha aprobado hace poco por la derechista Merkel.
Nadine y Castilla gobiernan por encima del Primer Ministro. Ni siquiera dejan analizar y debatir. Eso va contra la Constitución Política y las reglas básicas de la democracia. El salario mínimo es un tema que debe tratarse concertadamente con el sector laboral y no ser decisión exclusiva de nuestro todopoderoso y mentiroso ministro de finanzas.
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